Ahora vamos a lo importante: aplicarlo bien. El producto funciona si tú lo usas con cabeza. Aquí tienes el sistema más efectivo:
1. Enjuaga el rostro con agua fría
El agua fría ayuda a cerrar los poros y prepara la piel.
2. Seca con toques suaves
Evita frotar. La piel está más sensible justo después del afeitado.
3. Coloca una pequeña cantidad en tus manos
No hace falta media botella. Una pequeña cantidad es suficiente.
4. Extiende con suavidad
Haz movimientos circulares y cubre todas las zonas: mejillas, cuello, barbilla, zona de perfilado… no te olvides de nada.
5. Deja que se absorba
Espera unos minutos antes de aplicar otros productos faciales para que actúe correctamente.
Este paso, repetido con constancia, marca una diferencia enorme en cómo se ve y se siente tu piel a lo largo del día.
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