En el corazón de Triana, Sevilla, mi barbería, Tijeras de Triana, no es solo un sitio donde cortarse el pelo, es un punto de encuentro para quienes valoran el estilo auténtico.
Domino la tijera como pocos, y no lo digo yo, lo dicen los muchos futbolistas de élite que confían en mí para mantener su look siempre impecable. Aquí cada corte se hace con técnica, con cariño y, sobre todo, con pasión.
Para mí, el estilo no es solo una cuestión de imagen, es una forma de vida. Y en mi sillón, cortarse el pelo es casi como fichar por primera: entras de una forma, y sales sintiéndote un crack.